Autor: Jaquelin Dunaiewsky
Perfil del curandero
Según los especialistas, el curandero escucha los problemas del enfermo, y el
éxito de sus tareas se basa en que considera el aspecto psicológico y da
soluciones concretas a situaciones de la vida cotidiana. De acuerdo con una
serie de investigaciones realizadas en la provincia de Salta, podemos afirmar lo
siguiente:
* El 66 por ciento de los curanderos son mujeres.
* El 63 por ciento del total - hombres y mujeres - son mayores de 50 años.
* Casi todos pertenecen a un nivel socioeconómico bajo.
* Aproximadamente el 50 por ciento ha cumplido su instrucción primaria, mientras
que los demás son analfabetos.
Pero el rasgo más significativo de los curanderos, es la práctica de la oración
y la fuerte fe en Dios, creen que los malos espíritus quieren apoderarse de las
personas si tienen la sangre débil, y por eso hay que vencerlos. La pregunta es:
¿surge como una alternativa frente a la "deshumanización" de la medicina
ortodoxa, o simplemente es un negocio que especula con la sensibilidad de la
gente?.
Para el hombre primitivo, la enfermedad era un castigo divino, la señal de la
cólera de las diferentes deidades, desempeñando los primeros sacerdotes que
oficiaban también como médicos, brujos y adivinadores, el papel de
intermediarios entre los hombres y esa deidad que invocaban como cura.
El curanderismo se apoyaba en un fuerte sustrato de índole mágico y mítico.
Actualmente sucede lo mismo: cuando un curandero trabaja, reza, le reza a Dios,
a la Virgen, los Santos Benditos, San Miguel y San Roque, San Antonio y San
Francisco Solano, a todos.
La esencia mágica del curanderismo es indiscutible, entendida como el
sometimiento de la divinidad a un trato coercitivo en el intento por querer
influir en el curso de los acontecimientos. Una constante en esta actividad es
la lucha entre el curandero y los espíritus malignos que se apoderan del alma
del enfermo y para quitarlo, rezan.
¿Curación o negocio?.
Estas prácticas llevan implícita la condena social. No obstante se exhibe una
dualidad: a pesar de toda manifestación y actitud en contrario, son los mismos
miembros del grupo social con sus requerimientos y presiones, quienes mantienen,
y a la vez favorecen, la continuidad de tales prácticas, aunque las mismas
permanezcan en un plano de absoluto ocultamiento e ilegalidad.
El auge del curanderismo parecería estar ligado al empobrecimiento, a la pérdida
de lugares sociales y de la seguridad en torno al futuro y al trabajo, teniendo
en cuenta la gente que recurre a él.
El curanderismo surgiría como una alternativa frente a la "deshumanización" de
la medicina tradicional: para algunas personas el médico parece estar cada vez
más alejado de la realidad. Cuando la gente va a un hospital, tiene que esperar
muchísimo tiempo para que la atienda alguien. El curandero en cambio va a la
casa particular, y le explica al necesitado con palabras entendibles cómo tiene
que maniobrar. Esto pesa sobre los sectores populares: lo mágico para ellos es
una necesidad.
Pero hay que tener en cuenta que estas prácticas tienen un carácter ilegal: en
algunos hospitales se observa que "los mesías" dicen arreglarlo todo, y son lo
que la gente quiere que sean y muchas veces, su admiración provoca que lleguen a
los hospitales con patologías irreversibles.
Sin adherir a ninguna de las dos posturas, sería bueno profundizar nuestras
investigaciones, ya que estas actividades de curanderismo pueden afectar a la
salud de la gente. Si bien la elección es individual, sus consecuencias influyen
en el bienestar de la sociedad general.
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